Alimentación en Invierno.

Adecuando nuestra alimentación a cada estación.

 

El Agua es el elemento que según la Medicina Tradicional China se relaciona con el invierno. Su energía se caracteriza por el frío, la hidratación y el descenso (opuesto al Fuego). Tiene afinidad con los riñones y la vejiga. Regula la fortaleza física y sexual, la distribución de líquidos, la estructura ósea, la médula ósea, el cerebro, el aparato reproductor, las glándulas de secreción interna (suprarrenales, gónadas, tiroides, paratiroides), el cabello y el oído.

La energía del invierno es la adecuada para tonificar los riñones y nutrir lo más interno de nuestro organismo (huesos, cerebro y médula).

 ¿Qué debemos incluir en nuestra dieta durante el invierno?

 Alimentos de naturaleza caliente como el trigo sarraceno, canela, ajo, jengibre…

Sabor salado suave con alimentos del mar como algas y pescado.

Alimentos de color oscuro como el sésamo negro, algas, castañas, azukis…

Alimentos que nutran la sangre como el sésamo negro o la alfalfa, pequeñas cantidades de jengibre en caldos calientes…

Picantes calientes en pequeñas cantidades, que favorecen la circulación y calientan el organismo, como el jengibre. Evitar un exceso de picante que nos haría sudar y provocaría el

efecto contrario al deseado, bajando nuestra temperatura corporal.

Cereales integrales y legumbres como base de nuestra dieta.

Alimentos neutros, que deberían formar parte de nuestra dieta básica durante todo el año:

Arroz, cebada, mijo, quinoa, nabo, calabaza, judías verdes, patatas, zanahorias, col, brócoli, coliflor, guisantes, remolacha, garbanzos, lentejas, azukis, soja negra, pescado blanco, sardinas, alga kombu, sésamo, pollo, aceite de oliva…

Alimentos de naturaleza templada y caliente:

Avena, trigo sarraceno, puerros, cebolla, ajo, hinojo, jengibre, canela, pimienta, castañas, nueces, trucha, cordero, queso curado…

Tipos de cocciones calientes:

Cocciones más largas con más fuego, más presión y menos agua: fritos, estofados, guisados,

horneados o parrilla.

Especias calientes:

Ajo, canela, clavo, jengibre, hinojo o pimienta incorporados a nuestros platos o en infusión.

Recetas de invierno:

Cremas de cereales, ensaladas de invierno (con verduras de raíz cocidas), caldos, guisos y potajes de legumbre con verduras, consomé de raíces y algas, crepes de trigo sarraceno…

Para ir saboreando los platos de invierno os dejamos con una nueva receta que esperamos disfrutéis.

Por Isa Márquez. Especialista en Dietética Naturista y Oriental.

Asia Salud