En la estación de invierno que se adentra la energía está en reposo, es importante entonces conservar el Yang, nuestra energía vital (Qi) y el calor del cuerpo, evitando que ascienda hacia la superficie.

El frío tiene una cualidad yin y penetra en el cuerpo afectando sobretodo la energía de los riñones. Tenemos que proteger nuestra zona lumbar del frío y mantener así nuestros riñones calientes.

A través de la comida podemos ayudar a regular el Yin y el Yang del cuerpo.  Nuestra alimentación ha de estar basada fundamentalmente en alimentos calientes y con tendencia al sabor salado. No es que debamos poner más sal a las comidas, si no tomar aquellos alimentos que tengan estas cualidades, como el pescado.

En el caso de practicar Qigong debemos reservarnos de los ambientes fríos y practicar movimientos que potencien la conservación de nuestra energía vital y no nos hagan sudar. También es una época adecuada para la meditación y llevar nuestra mente a la zona inferior del abdomen, llamada dantien, lugar destacado donde se concentra nuetra energía.

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